jueves, 26 de septiembre de 2013

Reflejos de una vida pasada


Esa que queda reducida a dos maletas de 23 kg cada una. En total 46 kg y una mochila de recuerdos de 27 años vividos.  
¿Que qué es lo que ocupa todo el espacio que ha quedado vacío? La mayor de las ilusiones y las ganas de querer disfrutar de cada nueva sensación que me ofrezca esta aventura: encontrarme una foto que no hice viajando los 11700 km de distancia que me separan de la tierra de la que provengo y a la que tengo tanto que agradecerle y que reprocharle; escuchar La Negra Tomasa y sentirme en casa; volver a ver a esa amiga que me presentó este país y sembró en mí la semilla del cariño que le tengo (a su tierra y sobre todo a ella); comprar milhojas de dulce de leche (jefe, tú me lo enseñaste); compartir un tang con ese amigo compañero de investigación y viajes al (mi) paraíso (particular); conocer al que un día me resolvió dudas por teléfono (me alegro de conocerte compañero); sorprenderme parada en una calle llena de colores sobrecogida por la inestable perfección de tantos pequeños detalles; esperar nerviosa a que llegue el fin de semana y tantas y tantas cosas que se me escapan y tantas otras que están por venir.

Gracias Chile, por todo lo que me has dado en tan poco tiempo, y gracias a ti por dármelo todo :)