Cuánto te echaba de menos. Tantos años sin verte, aun
estando contigo. Sintiéndote perdido en otros mundos, lejos, tan lejos.
Ahora cuando hablamos casi no puedo creerlo. Me estremezco
al escucharte reír, me emociono al sentir que vuelves a ser tú. Me llena de
alegría saber que eres capaz de disfrutar enormemente de una taza de té frente
a la roca con el Impromtu en fa menor
de Chopin de fondo.
Porque pudimos tener aquella conversación en aquel bar a los
pies del museo, porque pudimos compartir sardinas y mejillones tras un baño en
la playa, porque volvimos a tocar juntos el piano, porque estoy enormemente orgullosa
de ti, porque has encontrado de nuevo el camino, porque eres capaz de apreciar
las pequeñas cosas de la vida, porque para mí eres un héroe, por la negra tomasa, porque siento que ni siquiera
11.000 km pueden ya separarnos y por todo eso que nos queda por compartir…
Encantada de volver a verte, hermano querido
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